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Terapia Breve Estratégica

La Terapia Breve Estratégica

Una terapia que soluciona los problemas de la persona partiendo de como ésta se relaciona consigo misma, con los demás y con el mundo que la rodea. 

La Terapia Breve Estratégica no se sirve de teorías sobre “la naturaleza humana”, ni de definiciones como “normalidad” o “patología” psíquica. Sino que mantiene que los problemas de las personas surgen de la interacción entre la persona y la realidad. Por lo que se enfoca en como la persona percibe y gestiona su realidad a través de sus relaciones interpersonales, con el mundo y consigo misma. Es por ello que la Terapia Breve Estatégica se enfoca principalmente en la “funcionalidad” o “disfuncionalidad” del comportamiento de las personas para solucionar sus problemas y en como éstas se relacionan con su propia realidad.

Partiendo de que los trastornos mentales son el resultado de una forma de percepción y reacción disfuncional hacia la realidad, el principal objetivo del terapeuta estratégico es resolver rápidamente los problemas y trastornos mentales de la persona. Algo que llevará a cabo a través de una intervención psicológica radical, duradera, breve y focalizada, orientada a la extinción de los síntomas y a la reestructuración de una percepción rígida de sí misma, de los demás y del mundo. Tratando siempre de solucionar el problema y conseguir el cambio en poco tiempo y con el mínimo consumo de energía, de ahí su denominación de “breve” y “estratégica”.

Ventajas de la Terapia Breve Estratégica

Una de las ventajas es que no será necesario que el cliente tenga que revivir situaciones pasadas dolorosas que causan en la persona un malestar adicional. En la Terapia Breve Estratégica el terapeuta se centra en el presente. Le interesa más conocer «como funciona» el problema que “por que” existe, es decir, se centra en la solución al problema más que en sus causas. De esta forma la meta es interrumpir aquellos círculos de comportamiento disfuncional, bloquearlos o orientarlos en otra dirección hasta que se encuentra la solución adecuada. Por lo que lo importante es saber como funciona el cliente para modificar su comportamiento hacia otro más funcional.

Otra gran ventaja es su tiempo limitado y corta duración: máximo diez sesiones de cuarenta y cinco a sesenta minutos. Comparada con otras terapias psicológicas su duración es muy breve, esto evita que las personas abandonen el proceso terapéutico. Además fijar una meta en un periodo de tiempo, como parte del proceso terapéutico, aumenta la motivación del consultante y evita su pasividad y dependencia.

Debido a su corta duración y menor coste, muchos usuarios de los servicios de salud y psicología pueden beneficiarse de ella, ya que está disponible para un mayor número de personas y puede adaptarse a las necesidades de los clientes.

Como se forman y se mantienen los problemas según la Terapia Breve Estratégica

Cuando tenemos un problema tendemos a aplicar estrategias para solucionarlo con las que tuvimos éxito en situaciones pasadas. Y si estas estrategias no funcionan, en lugar de cambiarlas lo que hacemos es aplicarlas con más “energía”, pensando que si aún no se ha solucionado es porque no hemos insistido lo suficiente. De esta forma lo que ocurre es que no solo el problema no se soluciona, sino que se mantiene inmutable o empeora. Lo que está sucediendo es que las soluciones intentadas se convierten en problema.

La Terapia Breve Estratégica distingue entre dificultad y problema, que a nivel léxico son dos términos análogos, pero a nivel técnico son dos cosas diferentes (P. Watzlawick et al. 1992). Con ellos se explica la circularidad que crea y mantiene los problemas: los intentos de solución.

  • Dificultad: estado de malestar, de cosas indeseables, que pueden resolverse mediante el sentido común, no se necesitan capacidades esenciales para resolver el problema (por ejemplo; no vemos porque el parabrisas de nuestro coche está muy sucio, lo limpiamos), o bien situaciones de la vida indeseables pero normales, comunes, que tenemos que soportar durante un tiempo (por ejemplo; nos quedamos sin trabajo y tenemos que buscar otro, o el fallecimiento de un ser querido) .
  • Problema: estado de malestar, callejón sin salida, situación insoluble, crisis, etc, que se ha creado y se mantiene al afrontar mal las dificultades (repitiendo una y otra vez los intentos de solución, por acción o inacción, equivocadamente)

En la rueda del error

En ocasiones nosotros mismos construimos las trampas en las que caemos una y otra vez y de las que con el paso del tiempo nos cuesta más salir. Las soluciones que hemos puesto en marcha para solucionar nuestro problema, y que no han funcionado, son las que están manteniendo el problema. Esto nos puede pasar porque no nos damos cuenta de ello, porque no se nos ocurre otra forma de reaccionar ante el problema, o porque son soluciones que nos han funcionado en situaciones anteriores similares. Es entonces cuando necesitamos cambiar nuestro comportamiento.

Uno de los principales objetivos de esta terapia es fomentar la autoeficacia de las personas para lograr la posibilidad de cambio. Cuanto más incremente una persona su sentido de competencia y eficacia en un contexto específico a través de la terapia, mayor será su disponibilidad para el cambio y la obtención de resultados positivos.

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