La terapia psicológica online nace para cubrir una necesidad originada por el ritmo de vida actual de las personas, que inmersas en sus rutinas diarias sufren de falta de tiempo para sus necesidades personales, su desarrollo psicológico y su salud mental. Esta modalidad de atención psicológica se sirve de las nuevas tecnologías para ayudar a las personas, como la video conferencia, el chat o el e-mail, todas ellas herramientas disponibles en internet, por lo que la condición para poder acceder a este servicio es disponer de un ordenador y conexión a internet.
Esta modalidad de terapia se realiza en un ambiente íntimo y de confianza, evitando al usuario el tiempo del desplazamientos y posibles sensaciones de vergüenza al encontrarse con posibles conocidos en la sala de espera o que le vean entrar en un gabinete psicológico, situaciones que a pesar de ser banales, en muchos casos determinan que una persona asista o no a terapia.
Varios estudios han comprobado a través de investigaciones psicológicas que la terapia online puede ser tan eficaz como la personal si se lleva a cabo de forma regular y rigurosa, y la American Psycological Association (APA) avala el método y su efectividad. Para más información sobre la eficacia de la terapia online se puede consultar: Swinson, R. P. y col. (1995), Alfred Lange y col. (2003), Kessler D. y col (2009) o Gallego, M.J. y col (2011).
El primer contacto se realiza por teléfono o e-mail y es gratuito, en el nos conoceremos y le explicaré mi forma de trabajar, mis honorarios y forma de pago, y decidiremos la modalidad a utilizar para realizar la terapia (teléfónica, email, o messenger). Si decide empezar con la terapia acordaremos fecha y hora previo pago de la sesión.
En general la duración de una sesión son 50 minutos, sin embargo la primera sesión durar unos 30 minutos más, ya que el psicólogo debe recoger más informacion para preparar un programa terapéutico a medida del usuario. Cada persona es única y tiene unas necesidades y unas prioridades concretas en función de las que trabajaremos desde una orientación cognitiva-conductual centrada en la modificación de comportamientos y pensamientos poco o nada adaptativos.
Al iniciar la terapia necesito que me informes sobre tu pasado y tu estado mental actual, juntos identificaremos tus áreas problemáticas a nivel psicológico y tu decidirás cual de ellas quieres trabajar. En base a tus decisiones elaboraré un plan de trabajo y de sesiones para trabajar los aspectos cognitivos y conductuales del problema, es decir, la forma en que podrás mejorar tu forma de pensar y de comportarte para empezar a generar emociones y sentimientos más saludables.
Para ello y según cada caso concreto utilizaré además de la entrevista personal, una serie de cuestionarios que me ayudarán a identificar tanto las áreas en las que puedas tener dificultades como aquellas más favorables en las que podamos apoyarnos. Puede que te pida que realices diarios o autoregistros para comprobar como vas evolucionando fuera de la sesión de terapia, o tareas para que realices en casa.
Lamentablemente no todo son ventajas, debemos tener en cuenta algunas limitaciones. La más importante es que para usuarios que padecen problemas psicológicos complejos como trastornos de la personalidad graves, ideas de suicidio o violencia de género, es recomendable acudir a un contexto clínico y realizar una terapia presencial. Otro aspecto a tener en cuenta es que los psicólogos perdemos con algunos medios de comunicación información no verbal, por lo que nos resulta algo más difícil percibir el estado afectivo de la persona, es por ello que solicitamos al usuario un esfuerzo en cuanto a sinceridad y confianza para poder desarrollar el tratamiento de manera eficaz.
