El informe psicológico en derecho de familia
Dentro del ámbito de derecho de familia, en asuntos de guardia y custodia la pericial o dictamen psicológico tiene la función de asesorar al juez sobre las medidas a adoptar en cuanto a aspectos relacionados con el cuidado y educación de los hijos menores.
En el informe o pericial psicológica el psicólogo forense, tras una minuciosa evaluación de la familia en proceso de separación o divorcio, informa al juez sobre las medidas que deberían llevarse a cabo, y el tipo de custodia más ventajoso para el adecuado desarrollo y equilibrio psicosocial de los hijos menores.
Entre las evaluaciones y valoraciones psicológicas más comunes que se llevan a acabo en el ámbito de familia encontramos las situaciones siguientes:
- Valoración de la conveniencia de la guardia y custodia
- Revisión de medidas a través de la valoración del estado emocional y adaptación de los menores al régimen actual
- Evaluación de la presencia de interferencias parentales y/o dificultades en las relaciones familiares
- Planes de parentalidad
- Valoración de la idoneidad para el acogimiento en adopción
El divorcio y la separación se pueden convertir en una crisis que afecte a toda la familia
La decisión tomada por los padres de disolver sus lazos conyugales, establece al mismo tiempo obligaciones y derechos en cuanto a los hijos. La situación puede ser compleja ya que al disolverse la relación conyugal no se disuelven los lazos parentales, sino que estos continúan existiendo durante toda la vida, por lo que es importante preservar a los hijos de la crisis protegiendo los vínculos parentelas, de forma que en cuanto antes recuperen los padres sus funciones parentelas, mejor se podrán adaptar los hijos a la nueva situación, y menor será su dolor y sufrimiento.
Dicho sufrimiento proviene en muchos casos de los sentimientos de abandono, inseguridad e inestabilidad que algunos padres pueden provocar en los hijos, incluso de forma inconsciente, durante su separación o divorcio. Los niños pueden sentir miedo debido a la ruptura de la protección que representan los padres, y temor al pensar equivocadamente que ellos son los culpables de la separación. Esto se da especialmente en aquellos padres que debido a la crisis por la que atraviesan, se convierten en personas violentas, explosivas e impacientes con el niño.
