Es el informe piscológico más solicitado por jueces y abogados en procedimientos de separación y divorcio

El informe de custodia aporta información objetiva sobre cual es el régimen de custodia más beneficioso para los hijos menores después de una separación o divorcio, y es por su gran utilidad el más solicitados en procedimientos del ámbito de familia. Entorno a un 80% de las demandas de periciales psicológicas son realizadas por los Juzgados de Familia y de éstas al menos la mitad son informes de custodia, también llamados dictámenes psicosociales.

En estos procedimientos el informe de custodia es necesario para informar a los jueces sobre la idoneidad de un régimen de custodia específico, o la modificación de unas medidas ya existentes, como puede ser la conveniencia, o no, de modificar un régimen de visitas, es decir suspenderlo, ampliarlo o reducirlo. En otras ocasiones se solicitan para determinar la idoneidad de que la guarda y custodia sea concedida a uno u otro de los cónyuges, o si sería mejor para el menor que ambos ejercieran una guardia y custodia compartida. También son solicitados por los propios padres para ofrecerles pautas de comportamiento orientadas a que en el futuro las relaciones entre hijos y padres se desarrollen de forma adecuada para el buen desarrollo emocional y personal de ambos.

El psicólogo, de forma neutral y objetiva, informa y aconseja al Juez y a las partes sobre los principales factores psicológicos relacionados con la custodia. Su rol es el de un profesional experto. No actúa como juez, que es quien ha de tomar la decisión final aplicando la ley según las pruebas obtenidas. Ni interviene como abogado esforzándose en presentar a su cliente de la mejor manera posible.

La metodología utilizada en el informe de custodia está relacionada con la pregunta a la que debe responder el informe

El informe de custodia no tiene una metodología estándar, sino que la utilización de una técnicas u otras será a criterio del psicólogo forense. Éste decidirá, en función de las preguntas efectuadas por el Juez o la solicitud de las partes, que técnicas utilizará y el procedimiento a seguir. Así, el objetivo del informe forense es dar respuesta a unas preguntas concretas, contestando de manera sencilla, con información comprensible, relevante y fundamentada. Ésta es una de las grandes diferencias con el informe psicológico clínico, que se elabora para dar respuesta a un paciente y diseñar un tratamiento adecuado a su problema.

Para la elaboración del informe psicológico de custodia se evalúan diferentes áreas del ámbito familiar relacionadas con la capacidad de predicción de la evolución del menor, así como características del menor que predicen su mejor o peor adaptación a la separación. No obstante hay que distinguir entre el informe psicológico sobre guarda y custodia y otros tipos de informes en este área, como por ejemplo los de competencia parental, o los que abordan la relación del menor con uno de los padres o entre los hermanos. Para la realización de estos últimos no es necesario valorar a todos los miembros de la familia, ya que no es necesario hacer recomendaciones sobre guarda y custodia.

El informe psicológico de custodia evalúa varios factores individuales y familiares, así como aspectos concretos más específicos que hayan sido planteados por el juez y que puedan afectar al mejor interés del menor. El psicólogo empleará las técnicas más apropiadas para responder al objeto del informe, empleando múltiples métodos para obtener los datos. Además de la gran cantidad de información con la que debe trabajar, tiene que contrastar las opiniones de ambas partes a través de otras fuentes para asegurarse de la validez y la fiabilidad de los datos. Es por ello que un informe de custodia se debe solicitar con antelación suficiente, programando todas sus fases siguiendo un orden coherente, y evitando así un estrés adicional a los miembros de la familia evaluada.

Como obtiene el psicólogo forense la información para la elaboración de un informe de custodia

La recogida de información para la elaboración del informe de custodia se obtiene con diferentes técnicas. De todas ellas la entrevista es la metodología básica, dándose durante la evaluación diferentes tipos de entrevista. En una posible primera entrevista conjunta se intenta alcanzar un acuerdo entre progenitores. Sin embargo en la mayoría de los casos no se logra llegar a ningún acuerdo debido a que las partes suelen estar inmersas en un conflicto muy enraizado, siendo lo más adecuado en estos casos entrevistar a ambas partes por separado para evitar altos niveles de estrés y que la problemática empeore.

La entrevista individual suele darse al inicio de la evaluación con cada uno de los progenitores. En ella se tratan todos los temas relacionados con el menor, se amplía información relevante para elaborar el informe. Se pregunta sobre las razones por las que se ha solicitado la custodia (u otra demanda), ventajas e inconvenientes que percibe el progenitor sobre lo solicitado, que capacidades y competencias tiene para el cuidado de los menores, proyectos llevados a cabo para su funcionamiento, etc. También puede ser necesario preguntar sobre el otro progenitor, que expectativas tiene en cuanto a la resolución judicial, y que régimen de visitas considera el más adecuado en caso de no cumplirse sus expectativas.

En caso de ser necesario se realizarán entrevistas con personas significativas para el niño y con profesionales que hayan estado en relación con el él, como psicólogos, profesores, pedagogos, etc.

La exploración del menor, en caso de ser necesaria, se desarrollará en función del la edad del niño, su nivel cognitivo y estado emocional. Siempre teniendo en cuenta que en algunos casos pueden aparecer comportamientos que presionen o manipulen al menor, por parte de los padres que se hayan inmersos en la disputa de la custodia. En estos casos el menor puede sentirse implicado en el conflicto de los padres y posicionarse de forma radical hacia uno de los progenitores. Por lo que es importante informar antes a los padres sobre el modo de comportarse ante la evaluación del menor.

Si estamos ante un menor de poca edad, que nos aporte poca información relevante, y confirmamos que existe el riesgo de que el comportamiento de los padres pueda empeorar la situación, lo más adecuado es prescindir de dicha evaluación. Ya que no debemos olvidar en ningún momento que estamos evaluado en pro del “mejor interés del menor”.

Otro aspecto a estudiar es la relación con los hijos, que se llevará a cabo mediante la observación durante juegos y actividades programadas por el psicólogo. Se observará la conducta del menor, el vínculo parentofilial, y las capacidades y habilidades parentales. En las observaciones se obtiene información sobre aspectos importantes como por ejemplo; como se imponen las normas, como se determinan los límites, si se respetan las características individuales del niño, si se interpretan correctamente sus conductas y si se facilita su expresión emocional.

En función de la pregunta a la que debe dar respuesta el informe de custodia, será necesario además evaluar la personalidad de los progenitores, para poder relacionar los rasgos de personalidad con la mayor o menor habilidad parental para la correcta evolución del menor. Para ello se utilizan test psicotécnicos específicos, baremados y estandarizados, que en base a las respuestas obtenidas de la persona evaluada, definen su perfil de la personalidad. En caso de detectarse enfermedad mental, habrá que estudiar si ésta afecta a no a la crianza, ya que no toda enfermedad mental es un obstáculo a la hora de ejercer la custodia de los hijos.

Si quiere solicitar un informe de guarda y custodia rellene el formulario para que un psicólogo especialista en el ámbito de familia le pueda asesorar