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Informe sobre capacidades cognitivas

Informe de capacidades cognitivas y volitivas

Evaluación de las capacidades cognitivas y volitivas relacionadas con la culpabilidad

La imputación es la atribución por parte del juez a una persona de un delito, otorgándole al mismo tiempo al imputado los derechos de defensa que le corresponden en el proceso judicial en el que se va a ver sometido, como son conocer de qué se le acusa, nombrar un abogado, proponer pruebas, no ser obligado a declarar y a no declararse culpable. Sin embargo, se dan ciertas circunstancias en los que la justicia no puede imputar a una persona, es decir, no puede hacerle responsable de un delito concreto.

Ser menor de 18 años es una de las situaciones, ya que según el código no lo considera responsable criminalmente, aunque sí se le hará responsable, si se demuestra su culpabilidad según la Ley que regula la responsabilidad penal del menor. Refiriéndome entonces a mayores de 18 años, existen una serie de impedimentos psicológicos que pueden hacer que el acusado no pueda ser imputado, todos ellos relacionados con anomalías y alteraciones psíquicas.

Esto es así porque una de las condiciones que marca la Ley para imputar un delito a una persona, es que esta tenga las capacidades cognitivas necesarias para poder comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión, es decir, que el acusado tiene que haber querido hacer lo que hizo, y saber lo que estaba haciendo, por lo que nos encontramos, psicológicamente hablando, ante aspectos cognitivos y volitivos de la persona. Estas dos facultades pueden estar muy dañadas en personas con enfermedades mentales o deficiencias cognitivas graves.

Otro aspecto a tener en cuenta desde el punto de vista psicológico es si al momento de cometer el delito el acusado se encontraba bajo el efecto de la droga, ya sea por consumo de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, que igualmente le hubiesen podido impedir comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión.

Cuando se solicita una pericial para valorar el estado psicológico de la persona en relación a un delito, el psicólogo forense debe realizar un amplio trabajo investigación para plasmar la realidad además de garantizar la metodología técnica adecuada con la que se obtendrán los datos para la redacción del informe o pericial psicológica. Para ello realizará entrevistas con el acusado, sus familiares y todas aquellas personas que considere necesarias en cuanto a obtener información relevante, administrará los pruebas psicológicos que considere oportunas, y recurrirá a otras fuentes de información que le puedan aportar datos relevantes.