El objetivo de la autopsia psicológica es aclarar las causas de una muerte dudosa a través de una reconstrucción de la biografía de la víctima, en la que el objetivo es determinar cual era su estado mental en los días cercanos a su muerte, su estilo de vida, su personalidad, posibles traumas recientes y psicopatologías.
La metodología es a través de entrevistas a familiares y personas cercanas en sus diferentes contextos sociales, documentos personales, expedientes médicos, informes de la policía y otros documentos relacionados con la muerte de la víctima. La recopilación y el análisis de esta información puede ayudar en la investigación criminal a reconstruir el perfil psicológico del difunto y a determinar si se trata de una muerte accidental, un homicidio o un suicidio.
En ocasiones la autopsia psicológica es solicitada por los familiares de la víctima que pueden no aceptar psicológicamente las causas de la muerte del familiar y sienten la necesidad de conocer el motivo del posible suicidio. Esto a su vez les permite elaborar el proceso de luto que implica la muerte de un ser querido.
Edwin S. Shneidman investigó el suicidio durante más de 50 años y fue pionero de en el campo de la Prevención del Suicidio, considerando que éste era causa de de un fuerte dolor psicológico, más que de una enfermedad mental. En sus propias palabras:
El suicidio es el acto complejo de aniquilación, que se entiende como un malestar pluridimensional en un individuo que percibe este acto como la mejor solución. Los sociólogos han demostrado que las tasas de suicidio varían de acuerdo con factores como la guerra y el desempleo, los psicoanalistas sostienen que es la ira hacia un ser querido que se dirige hacia dentro, los psiquiatras lo ven como un desequilibrio bioquímico. Ningún método tiene la respuesta: Es todo eso y más.