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Informe de valoración de secuelas

Informe de valoración de secuelas emocionales y psicologicas

Las secuelas emocionales y el daño psicológico

El daño psicológico es una herida invisible reconocida en el Código Penal que puede tener su origen, entre otros, violencia psicológica, en casos de violencia familiar, en la pertenencia a sectas destructivas o en situaciones en las que la persona haya sufrido “mobbing”.

El daño psíquico puede causar secuelas emocionales que impidan a la persona llevar una vida plena, por lo que es de gran importancia la valoración por parte de un psicólogo forense del daño psicológico que incluye tanto las lesiones psíquicas (daño agudo) como las secuelas emocionales (daño crónico). Esta evaluación del daño psíquico es importante no solo para seleccionar la terapia más adecuada, sino también para tipificar los daños criminalmente, establecer una compensación adecuada o determinar una incapacidad laboral.

Después de un accidente, agresión sexual, violencia intrafamiliar, lesiones ocasionadas por una negligencia médica, muerte violenta de un ser querido, u otras situaciones vinculadas a alteraciones emocionales graves, pueden aparecer en la persona que las ha sufrido secuelas psicopatológicas y emocionales. Éstas también se pueden dar en las víctimas indirectas de los sucesos violentos, es decir, en aquellas que sin ser las víctimas directas del hecho delictivo, sufren por las consecuencias del mismo. En el daño psíquico en las víctimas de delitos o sucesos violentos pueden aparecer entre otros problemas psicológicos: sentimientos negativos como los de humillación, vergüenza, culpa o ira, ansiedad, preocupación constante por el trauma, con tendencia a revivir el suceso, y depresión.

La violencia psíquica en el Derecho Penal

El Derecho Penal siempre ha dado importancia a las lesiones físicas en la víctimas y recientemente, en el reformulado artículo 153 (Ley Orgánica 14/1999, referida al maltrato doméstico), ha incluido la violencia psíquica habitual como delito, y no como una mera falta.

Cualquier trauma supone una quiebra del sentimiento de seguridad en una persona y, de rebote, en el entorno familiar cercano. De ahí, que sea de interés el conocimiento de las reacciones y secuelas emocionales que arrastran a muchas personas – en su mayoría mujeres y niños- durante periodos prolongados, incluso a lo largo de toda su vida.

Hanson, Kilpatrick, Falsetti y Resnick, 1995